viernes, 1 de junio de 2018



ACERCA DE NOSOTRAS:

Somos estudiantes de la carrera de Arquitectura y Urbanismo. Nuestros nombres son: Silvia Chávez Tristán y Luz Guzmán Saavedra; cursamos segundo y tercer ciclo respectivamente. El propósito de este blog es desarrollar de manera didáctica, los cuentos del autor Abraham Valdelomar, haciendo énfasis en “La Virgen de Cera”.

Autora 1: Guzmán 

Mi nombre es Luz Guzmán Saavedra. Actualmente, soy estudiante de la carrera de Arquitectura y Urbanismo. Vivo en Pta. de Pro- Distrito de los Olivos. Mis expectativas acerca del curso son varia. Una es que, al finalizar el curso, los estudiantes de esta clase hayan aprendido algo más para su vida profesional, es decir se hayan enriquecido con los trabajos realizados. Asimismo, otra expectativa es obtener buenas calificaciones, mejorar mi aprendizaje, presentar trabajos extraordinarios, trabajar en equipo con mis compañeros, ya que es complicado mantener un grupo consolidado; sin embargo, con buena actitud todo se hace posible. Haciendo referencia a la experiencia sobre el autor Abraham Valdelomar; puedo decir que desde secundaria soy consciente de lo excelentes que son sus novelas, ensayos, cuentos, poesías, etc. De hecho, mi primer encuentro literario con el autor fue gracias a su cuento “El Caballero Carmelo”, puesto que es uno los más populares. 

Autora 2: Chávez

Mi nombre es Silvia Chávez Tristán. Actualmente me encuentro cursando el segundo ciclo en la carrera de Arquitectura y Urbanismo. Resido en el distrito de Comas, Lima. Una de mis expectativas sobre el curso es el desarrollar de manera didáctica los cuentos de nuestro Conde de Lemos, Abraham Valdelomar, y poder así enseñar y que todos aprendan de una manera más dinámica sobre él. Mi primera experiencia con este autor se retoma cuando cursaba la primaria y me asignaron leer uno de sus cuentos más conocidos: “El Caballero Carmelo”, del cual quedé muy encantada.



ACERCA DEL AUTOR:
Abraham Valdelomar, fue el sexto hijo de Anfiloquio Valdelomar y María Carolina de la Asunción. Vivió hasta sus cuatro años en una pequeña casa en su ciudad natal, Ica. ​ Años después, su familia se trasladó al puerto de Pisco, donde su padre encontró trabajo como empleado de la aduana. Fue ahí donde empezaron las experiencias de su infancia, vinculada al mar y al campo, que influyeron decisivamente en su obra. Se trasladó a Lima donde estudió la secundaria en el Colegio Guadalupe (1900-1904). Luego ingresó a la Facultad de Letras de la Universidad de San Marcos. Sin embargo, dejó las clases al año siguiente para trabajar como dibujante de revistas. Reanudó sus estudios en 1910; mismo año donde se incorporó al ejército ante el peligro de una conflagración con el Ecuador.
En 1912 participó en la campaña presidencial de Guillermo Billinghurst. Fue nombrado director del diario oficial El Peruano  y pasó a Italia como secretario de la legación peruana (1913). Tras la caída de Billinghurst, renunció a su empleo diplomático. En 1915 trabajó como secretario José Pardo y Barreda. Se dedicó de lleno al periodismo y la literatura. Colaboró con el diario La Prensa, dedicada a la política. Se hizo popular por sus burlas hacia los políticos. También publicó sus Crónicas frágiles, donde hizo conocido su seudónimo de "El Conde de Lemos". Fundó la Revista Literaria Colónida (1916). En 1918 renunció a La Prensa tras un conato de duelo con su director, a raíz de una suplantación que hicieron en su columna de Palabras. Ese mismo año publicó  El caballero Carmelo.
Marcó el inicio de la modernidad en la narrativa peruana. Viajó a diversas ciudades del Perú e incursionó una vez más en la política, siendo elegido diputado al Congreso Regional del Centro (1919). En una reunión de dicho Congreso, cuando se disponía de noche a bajar por una empinada escalera de piedra, resbaló, cayendo desde una altura de seis metros hasta dar de espalda sobre un montículo de piedras. Sufriendo una fractura de la espina dorsal, que lo llevó a la muerte cuando apenas contaba con 31 años. Ilustres personalidades, familiares, amigos y discípulos le despidieron dedicándole discursos y composiciones.



ACERCA DEL CUENTO:



El cuento de Abraham Valdelomar, “La Virgen de Cera “se remota a un triste cuento europeo aparentemente real que nos relata la historia de Indrah, y el rey Míndor, su padre. En aquel pueblo, vivían con miedo sus residentes, debido a Indrah, una mujer de aspecto pálido y opalino que según los rumores venía acompañada de “los encorvados” seres vampirescos que bebían su sangre. Muchos mancebos decían haber sido víctimas de la “Procesión de Indrah”. Algunos de ellos morían crispados. Y esto avivaba es espanto de parte de todos los aldeanos. Pero, ¿quién era realmente, Indrah? Ella con el tiempo que vivió había sido hija del rey Míndor, un hombre despiadado que gozaba causando la muerte de jóvenes mancebos que tras caer víctimas de sus “buenas atenciones” eran arrojados a un pozo, en el que solo los esperaban dos caminos: La muerte inmediata o quedarse atrapados y terminar al punto de la locura. Uno de estos pobres desgraciados, había sido Nildo, un joven rubio y apuesto, del cual Indrah había quedado profundamente enamorada.



TEMAS DESARROLLADOS EN EL CUENTO:



EL SADISMO DEL REY MINDOR: Si bien es cierto el sadismo es un sentimiento atribuible a un ser vivo, que consiste en sentir placer, provocando a otro ser animado un daño físico o mental que le provoque dolor. En el caso del Rey, él como se dice en el cuento era un asesino original o un decepcionado, hacía que los viajeros llegasen donde él para después embriagarlos y luego arrojarlos a un pozo donde había personas aún vivas; sin embargo, empezaron a sufrir de problemas psicológicos, es decir volviéndolos locos y así viendo como caían el Rey observaba con placer y con su copa en la mano como esas personas caían. Esto se realizaba cada veinte jornadas al ponerse el sol, pero lo peor que hizo este Rey fue destrozarle el corazón a su hija, ya que ella se enamoró de un joven que fue arrojado, ella rogaba que no lo hicieran con él, pero no pudo hacer nada en contra de la voluntad de su padre, lo cual era hacer lo que acostumbraba para sentir placer.

EL SUFRIMIENTO DE INDRAH POR NILDO: El amor es un sentimiento que une a dos o más personas, no existe un significado cerrado, pero se dice que transforma a una persona de manera positiva que saca todo lo bueno de ella, y que parte de ello a veces es el sufrimiento de no tener junto a ti a tu ser amado. Indrah es una señorita , la hija del Rey Míndor, un día un peregrino llegó al castillo, ella desde el primer momento en que lo vio se sintió atraída , ella se enamoró , sintió lo que nunca había sentido por alguien que había llegado al palacio para morir. Sufrió tanto en aquella cena donde sabía que luego de que Nildo quedara totalmente embriagado iba a morir, cuando empezaron a llevar al mancebo al pozo, ella pidió a su padre que se detenga; sin embargo, nada pudo hacer, solo le quedó observar como los hombres hambrientos le comían los dedos a Nildo.

EL MIEDO DE LOS ALDEANOS: Sentir temor por algo desconocido o hechos que murmuran es normal en una persona, el no sentirse seguro y la sensación de que te puedan hacer daño causa el miedo, en el cuento, unos aldeanos decían que veían salir a la dueña por la noche rodeada de enormes vampiros, y a los que alimentaba con su sangre, otros decían que robaba a los niños para beber su sangre , lo que hicieron esos rumores es que los aldeanos ya no salgan por la noche e hicieron varios rituales para supuestamente terminar con ese poder maligno, su cuidad no se veía alegre o con personas caminando por la plaza sino que se volvió una ciudad muerta; sin embargo un día se armaron de valor y decidieron terminar con Indrah y su padre, los buscaron el palacio e ingresaron al pozo oscuro.



ANÁLISIS DE LOS PERSONAJES


Indrah:
Era la hija del rey Míndor, que se enamoró de un joven mancebo, Nildo, del cual, al presenciar su muerte ocasionada por su padre, enloqueció. Se la conocía como la virgen pálida de cera. Tenía una transparencia opalina y ningún color que profanara su blancura. Los rumores decían que venía acompañada de enormes vampiros que la tenían esclava, y a los que alimentaba con su sangre.
El rey Míndor:
Padre de Indrah, era un rey acaudalado y a su vez, un hombre despiadado. Tenía vasallos que traían a su reino viajeros extraviados, a los cuáles él invitaba a alojarse y cenar para luego, tras engaños y estados de felicidad suprema, lanzarlos por un pozo junto a otros cadáveres de los desgraciados que les habían precedido en las cenas del castillo. Todo esto para su gozo.
 Nildo:
Era un peregrino, un joven rubio, de color encendido, con la tez seca y los labios rajados, del cual Indrah había quedado enamorada. Lamentablemente, cayó víctima de los engaños de Míndor cuando este lo invitó a cenar. Teniendo una muerte horrorosa, al caer en el pozo siendo devorado por hombres hambrientos y siendo burla de otros locos, entre el lodo de aquel nido infernal.
Los encorvados:
Encorvados con aspecto de vampiros negros de los que sólo se veía los ojos.  Peregrinos jóvenes que ella había salvado y que no la abandonaron nunca. En las noches de su paseo, la llevan entre ellos con gran solicitud, y después de pasear la ciudad volvían a la villa antes de salir el sol.

Los aldeanos:
Vivían con espanto hacia Indrah, la virgen de cera. A causa de los jóvenes crispados que decían haber presenciado su procesión. Los viejos caminaban taciturnos y encorvados como si pensaran en algo sombrío; las mujeres no asomaban por los jardines secos y muertos; los mancebos no iban al campo ya; y los niños, tristes y pálidos, se dormían en los rincones húmedos de sus covachas.



FOTOGRAFÍA: LUZ GUZMÁN SAAVEDRA - SILVIA CHÁVEZ TRISTÁN

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