ANÁLISIS DE LOS
PERSONAJES
Indrah:
Era la hija del rey Míndor,
que se enamoró de un joven mancebo, Nildo, del cual, al presenciar su muerte
ocasionada por su padre, enloqueció. Se la conocía como la virgen pálida de
cera. Tenía una transparencia opalina y ningún color que profanara su blancura.
Los rumores decían que venía acompañada de enormes vampiros que la tenían
esclava, y a los que alimentaba con su sangre.
El rey
Míndor:
Padre de Indrah, era un rey
acaudalado y a su vez, un hombre despiadado. Tenía vasallos que traían
a su reino viajeros extraviados, a los cuáles él invitaba a alojarse y cenar
para luego, tras engaños y estados de felicidad suprema, lanzarlos por un pozo junto
a otros cadáveres de los desgraciados que les habían precedido en las cenas del
castillo. Todo esto para su gozo.
Era un peregrino, un joven
rubio, de color encendido, con la tez seca y los labios rajados, del cual
Indrah había quedado enamorada. Lamentablemente, cayó víctima de los engaños de Míndor cuando
este lo invitó a cenar. Teniendo una muerte horrorosa, al caer en el pozo
siendo devorado por hombres hambrientos y siendo burla de otros locos, entre el
lodo de aquel nido infernal.
Los
encorvados:
Encorvados con
aspecto de vampiros negros de los que sólo se veía los ojos. Peregrinos
jóvenes que ella había salvado y que no la abandonaron nunca. En las noches de
su paseo, la llevan entre ellos con gran solicitud, y después de pasear la
ciudad volvían a la villa antes de salir el sol.
Los
aldeanos:
Vivían con espanto hacia Indrah, la virgen de
cera. A causa de los jóvenes crispados que decían haber presenciado su
procesión. Los viejos caminaban taciturnos y encorvados como si pensaran en
algo sombrío; las mujeres no asomaban por los jardines secos y muertos; los
mancebos no iban al campo ya; y los niños, tristes y pálidos, se dormían en los
rincones húmedos de sus covachas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario